Hospital Federico Lleras Acosta: 52 años de historia al servicio de la vida

Desde su creación, el Hospital Federico Lleras Acosta ha sido sinónimo de compromiso, ciencia y humanidad en el centro del país. Su historia se remonta en el año de 1958, cuando el arquitecto Manuel Guillermo Lagos Viña, delegado por la Secretaría de Obras Públicas del Departamento, presentó la idea de un gran hospital regional en el corazón de los tolimenses.

Años más tarde, entre 1961 y 1968, durante la visita del entonces presidente Carlos Lleras Restrepo, un grupo de líderes tolimenses con profundo sentido social propuso la construcción del hospital que llevaría el nombre de su padre, el científico Federico Lleras Acosta.

El sueño se hizo realidad el 13 de noviembre de 1973, cuando el hospital abrió oficialmente sus puertas con los servicios de urgencias, hospitalización, laboratorio clínico, quirófano y consulta externa. La inauguración contó con la presencia del entonces presidente Misael Pastrana Borrero y del propio Lleras Restrepo.

Para 1974, el hospital contaba con 100 camas hospitalarias, atendiendo pacientes de todos los municipios del Tolima. Con el paso de los años, entre 1978 y 1983, se incorporaron servicios esenciales como salud mental, oncología y rehabilitación, ampliando su impacto en la región.

La historia del Hospital también está marcada por momentos difíciles. Durante la tragedia de Armero en el año de 1985, el personal del hospital vivió una de las pruebas más duras: improvisaron áreas de hospitalización en pasillos y oficinas para recibir a cientos de heridos. “Las ambulancias llegaban cada cinco minutos; fueron más de mil los fallecidos registrados”, recuerda Dora Alicia Herrada, funcionaria de la época. También se enfrentaron a emergencias como la caída parcial de la tribuna del Estadio Manuel Murillo Toro en 1981, la explosión de las calderas en 2010, la pandemia del COVID-19 y el reciente brote de Fiebre Amarila, que pusieron a prueba su fortaleza humana y profesional.

En el ámbito administrativo, la institución fue reestructurada en 1991 mediante la Ordenanza No. 009 de la Asamblea del Tolima, mediante la cual se convirtió en establecimiento público del orden departamental. Posteriormente, con la Ordenanza No. 086 del 28 de diciembre de 1994, se transformó en Empresa Social del Estado (E.S.E.), dotada de autonomía administrativa y patrimonio propio.

Uno de los hitos más importantes llegó en 2009, cuando, gracias a una gestión administrativa sólida, el hospital adquirió la antigua sede del Seguro Social, hoy conocida como sede El Limonar. Este logro permitió ampliar su cobertura con 172 camas hospitalarias, salas de parto, quirófanos y unidades de cuidado intensivo e intermedio, reafirmando la capacidad del hospital para crecer y servir.

Sin embargo, los retos no se detuvieron. Entre 2014 y 2019, la institución enfrentó dificultades financieras que llevaron a la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud y al cierre temporal de servicios en la sede El Limonar.

Pero el espíritu del Federico Lleras Acosta siempre ha sido resiliente. En 2020, frente a la crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, la Gobernación del Tolima, bajo el liderazgo del doctor Ricardo Orozco Valero, impulsó la recuperación de la sede El Limonar para atender la emergencia. Este esfuerzo permitió reabrir servicios vitales y reforzar la capacidad hospitalaria del departamento.

En los últimos años, el Hospital Federico Lleras Acosta continúa su proceso de modernización, con la apertura de áreas especializadas como la Unidad de Quemados, el Centro de Rehabilitación Integral “Wanda”, Radioterapia y Hemodinamia, la ampliación de camas de hospitalización y UCI, y la renovación de su infraestructura. Estos avances reflejan una inversión comprometida con la salud, el bienestar y la vida de los tolimenses.

52 años después, el Hospital Federico Lleras Acosta sigue escribiendo su historia con humanidad, ciencia y esperanza.